Australia, una inspiración
La grandeza del océano y la solidez de los acantilados juntos crean un contraste que invita a la meditación. Mientras que el océano representa el movimiento constante y la incertidumbre, los acantilados simbolizan la estabilidad y la permanencia. Este equilibrio nos enseña sobre la dualidad de la vida: necesitamos tanto el cambio como la constancia …